lunes, 3 de julio de 2023

Estoy en una.

Han pasado 84 años...

Un blog olvidado. Una vida entera quizás de cambios.

Vivo sola, en el hogar de mi infancia. 

Tengo pareja, y si, me ahogo de amor, pero Nicolas sabe como encontrarme, hacerme respirar de nuevo. Es gracioso leer de nuevo todas esas cosas que escribí y sentir que encontré lo que buscaba pero me negaba a buscar en serio. Lo encontré en un amigo de la adolescencia. Un compañero como ninguno.

Hoy estoy en mood retrospectivo porque me sentía ahogada pero de cosas malas, una casa que me agota, un trabajo que me agota. Espacios donde no me encuentro. 

Y de repente limpiar una habitación se convierte en una tarea titánica que cuando por fin concluye, te demuestra que si podes, podes con todo y vas a poder siempre. Una habitación abre las puertas al resto de una casa y las ganas de hacerla propia porque no importa que nuestro paso por este espacio sea corto, hay que vivirlo. Dejar huellas, ponerle amor y sentimiento. Convertirla en la casa del deseo, como diría Laura Sarmiento.

Releí todas las entradas y llore un poquito por la chica perdida del 2021. Ojo, no estoy muy encontrada ahora, sigo perdida. Pero en el camino me encontré con personas hermosas que alumbran el paso y hacen la travesía mas llevadera. Y aun cuando estoy sola, siento que también me encontré a mi, o al menos a una parte de mi, y me puedo acompañar a mi misma. 

Cuándo lo que das es mucho?

 A esto lo escribí mil veces y en mil formatos. Lo escribí aquí, creo, no se. Pero seguro lo hice en papel. De cualquier manera, si lo escri...